lunes, 21 de mayo de 2018

GESTOR DEL CONOCIMIENTO TECNOLÓGICO, el docente del SIGLO XXI




La Gestión del Conocimiento es un concepto aplicado en las instituciones, por lo cual se busca transferir el conocimiento y la experiencia existente entre sus miembros, de tal manera que puedan ser utilizados como un recurso disponible por otros miembros de la organización. Es aquí donde el docente, a través de su trabajo, la investigación y la difusión está llamado a crear lo que se denomina Activos Intangibles, o sea la serie de recursos que pertenecen a una organización y los cuales se utilizan para crear valor pero que no están contabilizados, pues estas son las capacidades que se generan en la organización cuando los recursos empiezan a trabajar en grupo de forma cooperativa transformándose en el verdadero Capital Humano.

Es un conjunto de actividades y prácticas orientadas a la adquisición más eficiente de la habilidad profesional asociada al conocimiento, que debe incluir:

· Desarrollo del capital humano y materiales dedicados a esa función.
· Infraestructuras basadas en las Tics.
· Currículos adecuados para la generación, formalización, adquisición, asimilación, transmisión, uso del conocimiento.
· Normas, procedimientos y metodologías apropiadas.
· Conocimiento.
· Fuentes externas de conocimiento.
· Un contexto común que permita la adecuada comunicación y el entendimiento de los miembros de la organización a partir de: una cultura del conocimiento, misión y visión de la institución, objetivos compartidos.
· Dominio de los aspectos operativos tales como: normas, Modelo Educativo, procedimientos metodológicos, etc.
· Manejo de elementos básicos como herramientas e infraestructura tecnológica para la enseñanza que facilite la autonomía del estudiante.

Se debe aprovechar al máximo que actualmente las tecnologías de la información permiten contar con todo tipo de herramientas que apoyan la Gestión del Conocimiento, ya sea en la recolección, la transferencia, la seguridad y la administración sistemática de la información, junto con los sistemas diseñados para ayudar a hacer el mejor uso de ese conocimiento.

El proceso de la Gestión del Conocimiento tiene principalmente los siguientes objetivos:
· Identificar, recoger y organizar el conocimiento existente.
· Facilitar la creación de nuevo conocimiento.
· Apuntalar la innovación a través de la reutilización y apoyo de la habilidad de la gente a través de organizaciones para lograr un mejor desempeño en la institución.

Las TIC se han convertido en un eje transversal de toda acción formativa, como lo expresa Marqués (2000), en donde casi siempre tendrán una triple función; como un instrumento facilitador de los procesos de aprendizaje (fuente de información, canal de comunicación entre formadores y estudiantes, recurso didáctico), como herramienta para el proceso de la información y como contenido implícito de aprendizaje, ya que los estudiantes al utilizar las TIC aprenden sobre ellas, aumentando sus competencias digitales. Pero se debe tener presente que la tecnología de punta basada en las TICS realmente no se evidencia a corto plazo y se debe hacer uso de las tecnologías permanentemente, como ejemplo tenemos Finlandia.

Peluffo(2006) se refiere que para llevar adelante un desarrollo endógeno en una comunidad, en este caso nos referimos en una institución educativa, se debe trabajar sobre la generación de nuevos conocimientos, entiéndase como operaciones que se utilizan para transformar los datos y la información de un objeto y para ello se requiere del apoyo de los llamados Gestores del Conocimiento.

Es aquí donde hacemos hincapié que el docente del SIGLO XXI sea un Gestor del Conocimiento, que además de desarrollar su perfil profesional integre conocimientos y socialice estos con pertinencia social transfiriendo los mismos a los estudiantes, entonces el docente en esta segunda década del SIGLO XXI a la cual esta llegando a su fin debe ser un GESTOR DEL CONOCIMIENTO TECNOLÓGICO, y aquí es donde entra la capacitación del docente en las TECNOLOGÍAS PARA EL APRENDIZAJE Y EL CONOCIMIENTO (TAC).

Por lo tanto, poseer conocimientos teóricos en una o varias disciplinas, habilidades para el razonamiento crítico, trabajar en equipo, aplicar lo aprendido, hacer las cosas bien, demostrar capacidad interpretativa, ser capaz de analizar, sintetizar, liderar, aprender a aprender, planificar, organizar, implementar, controlar, comunicar y gestionar información, adaptarse, tener y mostrar vocación para el aprendizaje continuo, creatividad, iniciativa y espíritu emprendedor, resolver problemas, tomar decisiones , compromiso ético y social, cooperación, son algunas de las competencias que son necesarias desarrollar en los futuros profesionales.

Para alcanzar esto, es sumamente necesario tener en cuenta factores como la institución educativa en relación con la interacción estudiante-estudiante, y docente-estudiante, así como también poseer la capacidad tecnológica para que puedan desarrollar sus capacidades y fortalecer sus aptitudes y actitudes.

Pero volvamos a decir que todo esto supone modificaciones del rol del docente tradicional y para ello debe implementarse como ya dijimos las TAC (TECNOLOGÍA PARA EL APRENDIZAJE Y EL CONOCIMIENTO), pero debe ser sumamente importante el apoyo de las autoridades de las instituciones educativas y de las propias autoridades gubernamentales.

Como conclusión, el docente del siglo XXI debe ser un GESTOR DE CONOCIMIENTO TECNOLÓGICO, este docente/gestor debe ser la persona que motiva, da respuesta en la realización y desarrollo de proyectos e investigaciones sociales e interdisciplinario, pero debe capacitarse permanentemente en cómo implementar la tecnología con metodología en sus aulas





viernes, 18 de mayo de 2018

Identidad Digital

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Como primera definición podemos decir que la Identidad Digital se trata en la literatura científica dentro del área de la cibercultura. Muchos autores como Camenisch, Kirda y Kruegel la han vinculada con la encriptación de datos, la privacidad y la seguridad en internet.

Lo primero que tenemos que ver es quienes somos en internet, pues toda actividad que cada uno de nosotros realizamos genera en la red una identidad, la cual está estrechamente ligada al propio aprendizaje y a la misma voluntad de profundizar en la cultura digital.

La revolución tecnológica que se ha producido dio paso a una sociedad informacional, como bien lo describe Castells, y el la define por la generación, gestión y uso de los datos.
Es difícilmente calculable la cantidad de datos que un individuo genera, gestiona, edita o simplemente comparte cada día de su vida a través de internet. Es importantísimo entonces la información de las personas en la alfabetización digital e informacional.

Los Nativos Digitales, quienes utilizan de manera intensiva internet, son exhibicionistas y multitareas, pero son productores y consumidores de información en la red, ya sea para el ocio, para el estudio, para las relaciones personales, y muchas veces para todo esto junto.
Entonces aparece la llamada Brecha Digital, entre aquellos que tienen acceso a las tecnologías existentes y los que no, como también entre quienes saben utilizarlas y los que no.

La manera de evitar esa marginación es capacitarse en las habilidades digitales e informacionales.

Ahora bien, ¿Cómo se construye una identidad digital? El modo es muy simple, de forma activa, aportando textos, imágenes y también videos en internet, lo que se dice participando en la web. Pero siempre se basa esa construcción de la identidad digital en como desarrollamos nuestras habilidades tecnológicas e informacionales, acompañada de una actitud activa, participativa, abierta y colaborativa en la red de redes.

Pero una misma persona puede tener diferentes identidades digitales, de acuerdo a las herramientas diversas que pueda utilizar o tener solo una identidad digital. Existen varias herramientas gratuitas tales como Blogs, Microblogs, Sitios Web, diferentes Redes Sociales.

En la identidad digital convergen muchos aspectos de carácter sociológico, cultural e incluso psicológico. A veces esta identidad digital no se corresponde con la real, simplemente porque cada cual quiere mostrar lo mejor de sí mismo, con lo que se conoce como self-presentation. Según Goffman (1981), cuando un individuo se presenta ante los demás transmite la impresión que quiere proyectar. Los otros, a su vez, probarán de conseguir el máximo de información del individuo y contrastar la que ya tienen, hasta llegar al punto en el que el individuo ya sabe qué esperar de los demás y los demás del individuo. Wood y Smith (2005) definen la identidad como "una construcción compleja, personal y social, consistente en parte en quien creemos ser, como queremos que los demás nos perciban, y como de hecho, nos perciben" y los mismos autores afirman que en la comunicación electrónica lo que prima es la imagen que se quiere mostrar a terceros. Es evidente que la vida analógica condiciona quienes somos.

Toda actividad que genera un individuo en la red constituye su visibilidad, que puede ser positiva o negativa. Esta visibilidad puede ser autoconstruida a partir de los posts de un blog, los mensajes de Twitter, los comentarios a vídeos, fotos ..., pero también puede ser fruto de referencias o comentarios de terceros. La comparación en el mundo analógico sería si la persona es más o menos conocida.

¿Nos interesa ser visibles? ¿Queremos pasar inadvertidos o aprovechar la ubicuidad que permite la red para estar en todas partes? Es determinante decidir qué tipo de presencia, qué tipo de visibilidad digital nos interesa.

La gestión de la identidad digital implica que los usuarios sean conocedores del entorno web y que participen éticamente. Cuando somos conscientes de estas premisas y de las oportunidades y peligros de la red a la hora de gestionar la propia información personal se puede garantizar la gestión adecuada de la identidad personal y una mejor "calidad de vida" en la sociedad del conocimiento. Hay que tener presente que este conocimiento no sólo implica la participación del usuario sino también la de las entidades y empresas que hay detrás de estos servicios, que día a día son más conscientes de los problemas de seguridad y privacidad de los datos en la red.


Fuente: La gestión de la identidad digital: una nueva habilidad informacional y digital (Aina Giones-Valls/Marta Serrat-Brustenga)
  

viernes, 11 de mayo de 2018

Inteligencia Digital


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No queda ninguna duda que uno de los grandes desafíos de los educadores actualmente, es orientar, guiar y canalizar toda la energía creadora de los llamados NATIVOS DIGITALES. Para que la Educación Tradicional no solamente les de el espacio que ellos merecen en lo que respecta al aprendizaje, sino que también puedan desarrollar todas las oportunidades que ofrece la NUBE.

Internet o la NUBE, es un mundo de oportunidades sumamente democrático, en donde la información y el conocimiento esta socializado y distribuido.  En la web las posibilidades están al alcance de todo el mundo, no importando edad, raza o religión, que además permite adquirir un potencial inimaginable de reformulación e innovación.

Entonces el docente pasa a ser un EDUCADOR DIGITAL, y debe entregarles a los estudiantes las herramientas para que estos puedan responder a las demandas que surgen de esta nueva sociedad de trato horizontal, en donde las autoridades están puestas a pruebas constantemente y donde realmente las oportunidades las crea uno, y se basan en nuestro propio potencial.

Se debe generar la INTELIGENCIA DIGITAL para poder aprovechar las oportunidades que se brinda a través de la web, donde es un escenario gratuito donde se puede exponer lo que les apasiona a los estudiantes de hoy, interactuando con actores, que se pueda aprovechar a los lideres que ya desarrollan para aprender de su experiencia, pues lo que somos INMIGRANTES DIGITALES debemos aprender de los NATIVOS DIGITALES.

Uno de los grandes retos de la actualidad para el docente es formarse y aplicar en el aula las nuevas metodologías digitales.

Pero definamos que es Inteligencia Digital: es la suma de las habilidades sociales, emocionales, cognitivas esenciales para vivir en el mundo digital. Tener inteligencia digital es contar con las herramientas y el conocimiento necesarias y con la habilidad de adaptar las emociones y ajustar el comportamiento para lidiar con los retos y requerimientos de la era digital.

Y para poder navegar en el mundo digital, como también para poder implementar la Inteligencia Digital en las aulas, se deben obtener 8 habilidades digitales importantes; Identidad Digital, Uso Digital, Seguridad Digital, Seguridad Informática Digital, Inteligencia Emocional Digital, Comunicación Digital, Alfabetización  Digital y Derechos Digitales.

jueves, 3 de mayo de 2018

La Modernidad Liquida

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En el año 2004, Zigmunt Bauman decía en su libro “Modernidad Líquida”; “En el lenguaje simple, todas estas características de los fluidos implican que los líquidos, a diferencia de los sólidos, no conservan fácilmente su forma. Los fluidos, por así decirlo, no se fijan al espacio ni se atan al tiempo. En tanto los sólidos tienen una clara dimensión espacial,  pero neutralizan el impacto –y disminuyen la significación- del tiempo (resisten efectivamente su flujo o lo vuelven irrelevante), los fluidos no conservan una forma durante mucho tiempo y están constantemente dispuestos (y proclives) a cambiarla; por consiguiente, para ellos lo que cuenta es el flujo del tiempo más que el espacio que pueden ocupar. En cierto sentido, los sólidos cancelan el tiempo; para los líquidos, por el contrario, lo que importa es el tiempo. Estas razones justifican que consideremos que la fluidez o la liquidez son metáforas adecuadas para aprehender la naturaleza de la fase actual –en muchos sentidos nuevas- de la historia de la modernidad”.

Es una metáfora potente, ilustrativa y caracterizadora de la época actual, que se asemeja más a un tiempo de fluidos cambiantes que de certezas solidas. Dicha metáfora permite contraponer la CULTURA SÓLIDA (el peso) del siglo XX con la INFORMACIÓN LIQUIDA (la levedad) que está emergiendo en este siglo XX1 impulsada por la digitalización.

¿Qué significa o a qué se refiere la denominada CULTURA SÓLIDA? En primer lugar, podemos definir la cultura de estos dos últimos siglos como sólida porque existían certezas o conocimientos estables que se transmitían de una generación a otra sin que hubiera cuestionamientos o replanteamientos relevantes.

Era conocimiento sólido porque su transformación era un proceso que requería muchos años y su generalización hasta convertirse en hegemónico tardaba varias decadas. Era la solidez de las verdades, bien razonadas, frente a la ligereza o relativismo de las opiniones.
En segundo lugar, podemos hablar de cultura sólida porque la información era guardada y almacenada en soportes físicos, es decir, en un objeto sólido. Por ejemplo, libros, cuadernos, legajos o cualquier otro soporte de papel. Con el paso de los años se crearon otros soportes como las películas, cintas, discos de vinilo o el propio CD-ROM. La información era algo físico, o al menos estaba vinculada indisociablemente a lo material. Esto supuso, que surgiera una industria cultural que producía, en gran escala, dichos soportes y que requería un alto coste económico tanto para su fabricación como para su distribución. El autor o creador necesitaba de forma ineludible de fabricantes de estos objetos culturales sólidos si quería que llegase al público. El escritor necesitaba de la editorial, el músico de la discográfica y el cineasta de la productora.


En tercer lugar, el proceso de creación, producción y difusión de la obra cultural era lento y requería un tiempo largo desde la idea inicial hasta su difusión al gran público. La cultura era sólida porque adoptaba el formato de obra cerrada, definitiva, inalterable. Producir cultura, fuera en su versión libro, obra musical o audiovisual, era un proceso que consumía mucho tiempo y esfuerzo no solo intelectual, sino también organizativo, logístico y económico. Por ello, cuando se generaba la obra, esta ya difícilmente podía ser modificada, revisada, rehecha o transformada. Evidentemente, en el ámbito de lo impreso existe el concepto de edición revisada, o de nuevas versiones grabadas de una canción, pero lo sustantivo o fundamental de la obra sigue intacto.

Este tipo de cultura de lo sólido utilizó dos instituciones para su conservación: las bibliotecas y el sistema educativo. Por una parte, convirtieron al libro en canon cultural de referencia u objeto de cultura por antonomasia. Por otra, enfatizaron su función guardadora de las esencias culturales del pasado para transmitírselas a las generaciones futuras. Las bibliotecas y las escuelas fueron dos instituciones que se necesitaron, que se complementaron mutuamente. Las bibliotecas ofrecían los libros y los institutos formaban a los lectores.

Sin embargo, los objetos culturales que fueron creados a lo largo del siglo XX están desapareciendo. Han dejado de ser útiles y no se fabrican. Las TIC han provocado, o al menos han acelerado, una revolución de amplio alcance en nuestra civilización que gira en torno a los mecanismos de producción, almacenamiento, difusión y acceso a la información, al intercambio de los flujos comunicativos entre las personas y a las formas expresivas y de representación de la cultura y el conocimiento. Los nuevos tiempos han traído nuevos actores que están cambiando la experiencia cultural; internet, la telefonía móvil, los videojuegos y demás opciones de la sociedad digital. Lo digital es una experiencia líquida.

En esta segunda década del siglo XXI prima el software, o sea la levedad, la fluidez, la capacidad de adaptación a las formas cambiantes en los escenarios líquidos de la sociedad digital. Internet, y muy especialmente la llamada WEB 2.0, ha trastocado las reglas de juego tradicionales de la producción, difusión y consumo de la información y la cultura. Pero también ha transformado los mecanismos y procesos de interacción comunicativa de las personas, generando un cambio profundo en nuestras experiencias culturales y de relación social. 

La cultura del siglo XXI está siendo construida a través de múltiples y variadas formas simbólicas y difundida mediante tecnologías diversas.